Estamos ya metidos de lleno en el verano y las que estáis esperando un bebé para estas fechas y queréis mantener vuestra actividad física tan beneficiosa, tanto estando embarazada como sin estarlo, tenéis un aliado: el agua. no te pierdas este interesante artículo de la matrona Pilar Gregorio.

La relación positiva entre embarazo y actividad física ha estado clara desde los tiempos de Aristóteles, quien ya relacionó los partos difíciles con un estilo de vida sedentario. Salvo contra-indicación médica, la actividad física es muy beneficiosa durante el embarazo tanto para la madre como para el feto.

Los beneficios para la madre son múltiples: multitud de estudios científicos publicados incluyen los siguientes beneficios que la práctica de ejercicio físico tiene para la madre:

  • Evitan el dolor de la parte baja de la espalda.
  • Mejoran el metabolismo y la capacidad cardiopulmonar y reducen el riesgo de padecer diabetes gestacional.
  • Mantienen la condición física de la madre, reduciendo el índice de fatiga en las actividades cotidianas.
  • Mejoran el concepto de imagen corporal.
  • Mejor función cardiovascular.
  • Menor ganancia de peso y depósito de grasa.
  • Mejor estado físico y mental.
  • Evolución del parto más rápida y con menos complicaciones.
  • Las mujeres embarazadas que practican deporte registran en los partos menos casos de cesáreas y partos instrumentales.
  • Rápida recuperación después del parto o de la cesárea en caso de que fuese necesaria.

En cuanto a los beneficios para el feto se ha observado que tolera bien el ejercicio materno y, en general, se considera que en mujeres sanas que realizan ejercicios moderados, no hay peligro para la salud del bebé. Mujeres embarazadas que realizan ejercicio tres veces por semana a una intensidad moderada, tienen bebés más grandes que las sedentarias, esto es debido probablemente a un mayor volumen de la placenta que hace que el flujo sanguíneo hacia el feto y la nutrición del mismo sean mejores. Además se ha observado que en mujeres con una buena condición física y que siguen manteniendo su actividad durante el embarazo, el desarrollo psicomotor del feto es superior, con mejor maduración nerviosa.

En este sentido, la actividad física en el medio acuático se presenta como una alternativa especialmente indicada durante la gestación.

Los ejercicios acuáticos son una opción segura, con un bajo riesgo de lesión (ya que el agua impide sobrepasar los límites de las articulaciones) lo que permite combinar actividades aeróbicas con otras de fortalecimiento muscular. Los beneficios derivados de la realización de ejercicio físico en el agua durante el embarazo son numerosos y están basados principalmente en las características que aporta la inmersión en el medio acuático. Entre estos destacan:

  1. Evitan el impacto.
  2. Reduce el peso por efecto de la flotación (en el agua se soporta tan sólo el 50% del peso corporal).
  3. Libera los movimientos del cuerpo.
  4. Se toma consciencia de la respiración (inmersiones).
  5. Facilita la circulación de retorno por la presión y el flujo del agua.
  6. Permite una mejor difusión del calor (a la temperatura adecuada).

La presión hidrostática y la resistencia hidrodinámica explican por qué el agua es el medio ideal para que la mujer gestante se mueva. La capacidad de flotación e ingravidez favorecen la libertad de movimientos, de forma que la mujer puede adoptar posturas imposibles de realizar fuera del agua. El ejercicio en el agua facilita la movilidad y aumenta la flexibilidad dada la disminución del efecto de la fuerza de la gravedad.

En cuanto a la resistencia hidrodinámica, permite trabajar la fuerza,  con lo que se tonifican los músculos que más sufren durante el embarazo y se “entrenan” los que intervienen en el parto. El sistema respiratorio trabaja a mayor intensidad (facilitando la ventilación pulmonar) y la resistencia cardiorespiratoria aumenta a través de ejercicios aeróbicos. Todos estos beneficios físicos también favorecen una actitud psicológica más positiva ya que, la libertad de movimientos, la relación con otras mujeres en el mismo estado o el placer de la actividad fomentan la relajación.

La natación o el método MAMIfit Embarazadas agua es uno de los deportes más aconsejables para realizar durante el embarazo y practicamente no tiene riesgos si se practica con cuidado.

Estos son algunos de los beneficios que te proporciona esta actividad:

  • Sensación de ligereza que permite liberar tus articulaciones.
  • La posición horizontal facilita una mejor distribución del peso del cuerpo sin sobrecargar una zona en particular.
  • Al ser una actividad aeróbica, mejora el sistema cardiorespiratorio.
  • Proporciona tonicidad a los músculos ejercitando brazos, espalda, zona abdominal y piernas por lo que se la considera una actividad muy completa.
  • Contribuye a relajar las zonas más sobrecargadas durante el embarazo; son comunes las lumbalgias por hiperlordosis lumbar.
  • Ayuda a controlar tu peso, a sentirte ágil y activa.

Estos beneficios son los que nos van a permitir a las matronas durante la preparación al parto en el agua, trabajar todos los elementos anatómicos que intervienen en las posturas que favorecen el paso del bebé por el canal del parto.

 

Pilar Gregorio,

matrona

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