El 14 de marzo se celebra el Día Mundial de la Incontinencia Urinaria. Pero… ¿Qué es la incontinencia?, ¿Quién padece de incontinencia? ¿Es la incontinencia una enfermedad?

La realidad es que la incontinencia es una patología urinaria relativamente frecuente, que afecta a un tercio de las mujeres y a uno de cada cuatro varones, sin embargo, en muchas ocasiones la paciente asume una normalidad y adapta su vida a ello, sin consultar ni intentar poner remedio, en muchas ocasiones estigmatiza al paciente, y en general impacta negativamente en la calidad de vida.

Existen varios tipos de incontinencia urinaria, es importante consultar con un especialista para detectar el tipo de incontinencia presente en cada caso y poder poner solución:

Incontinencia urinaria de urgencia: el escape de orina se produce por un deseo imperioso y repentino de orinar, sin poder sujetar la micción, para que se produzca en un lugar socialmente aceptado y de forma voluntaria.

Este tipo de incontinencia se produce por una alteración en el mensaje que manda la vejiga sobre la distensión de su pared, alarmando a nuestro cuerpo de una falsa sensación de plenitud, y con una contracción muscular involuntaria que desencadena la micción, y esto puede ser por múltiples causas, desde una infección o una litiasis vesical, hasta por un tumor en la vejiga. Incluso, cuando no existe una causa secundaria, y la incontinencia de urgencia se produce en el seno de una patología funcional es cuando hablamos de hiperactividad vesical con incontinencia asociada.

Anteriormente y no hasta hace muchos años, los urólogos hemos hablado de síntomas irritativos cuando queríamos referirnos a la urgencia y a la incontinencia de urgencia, sin embargo, actualmente este término de “irritativo” está en desuso, porque sabemos que no es sólo un problema de irritación o inflamación.

El tratamiento generalmente es farmacológico inicialmente, aunque pueden ser necesarios tratamientos intravesicales si no hay respuesta al primer escalón terapéutico.

Incontinencia urinaria de esfuerzo: en este caso los escapes se producen cuando sometemos a nuestro abdomen a un aumento de presión, por ejemplo, cuando tosemos o cuando cargamos peso, este aumento de presión abdominal debe coordinarse con un aumento en el tono de la musculatura pélvica.

Es la incontinencia mas frecuente en mujeres de edad media, durante el embarazo y tras el parto. Para su tratamiento inicialmente conlleva una rehabilitación de la musculatura del suelo pélvico, pero en ocasiones es necesario una corrección quirúrgica.

Incontinencia urinaria mixta: cuando se presenta incontinencia tanto con urgencia como por esfuerzo.

Incontinencia urinaria por rebosamiento: se produce por un mal vaciamiento vesical, la vejiga siempre está llena de orina, y la incontinencia se produce porque ya no cabe más, como si a un vaso lleno le seguimos echando agua, y se desborda. Este tipo de incontinencia se produce en los varones con próstatas muy obstructivas que finalmente desencadenan una hipocontractilidad de la vejiga, o en pacientes con alteraciones neurológicas.

En estos casos el tratamiento es muy variable y depende de la causa primaria. Por ejemplo, si se debe a una próstata obstructiva el tratamiento puede ser quirúrgico, si es una causa neurológica, se puede intentar manejar con micciones pautadas y maniobras manuales de vaciamiento vesical mediante presión suprapúbica conocidas como maniobras de Credé, o puede ser necesario realizarse sondajes para vaciar de forma mecánica la vejiga, o incluso sondajes permanentes.

Como vemos la incontinencia no es per se una enfermedad, si no que puede ser un síntoma de alarma dentro de un proceso infeccioso, neurológico o cancerígeno, pero también puede ser una consecuencia derivada de un desorden funcional.

 

Deja una respuesta