El dolor de parto es único puesto que cada mujer es única y va a estar determinado por muchos factores:

Personales: El dolor es subjetivo y cada mujer tiene un umbral del dolor distinto.

Culturales: Van a modificar el comportamiento de cara al parto. En nuestra cultura el dolor se vive como algo negativo.

Emocionales: El miedo, estrés, ansiedad, experiencias anteriores, creencias, embarazo no deseado, no sentirse acompañada, falta de información… pueden modificar la interpretación del dolor.

Físicos: Distensión de ligamentos, relación entre feto y canal del parto, condiciones del cérvix, fatiga, insomnio…

Períodos de parto y dolor

Período de DILATACIÓN:

 Cambios a nivel físico:

Borramiento y dilatación del cuello uterino.

Distensión del segmento inferior.

Contracción del cuerpo uterino.

En este primer período se dan cambios en el cuello uterino y se empiezan a sentir las primeras contracciones como una menstruación o incluso un poco más intenso. Este dolor todavía puede ser irregular y difuso, nos encontramos entonces en los pródromos de parto, donde el dolor y el ritmo de las contracciones es aún irregular.

Después, el dolor se vuelve más rítmico, más intenso. Mantiene una regularidad. Sube y baja, contrae y relaja. Aquí ya estamos en fase activa del parto, donde la dilatación pasa de los 3-5 cm a la dilatación completa. Es un dolor agudo, visceral, sin períodos largos de descanso y se puede irradiar a zonas como las piernas. Las zonas de mayor dolor o dolor severo: Dorsolumbar y suprapúbica.

Período de EXPULSIVO:

Desde la dilatación completa hasta el nacimiento del bebé. En esta última etapa el dolor pasa a ser más localizado en vagina, recto y periné por compresión de la cabeza, se siente presión y distensión de las porciones bajas del canal blando del parto.

Período de ALUMBRAMIENTO:

 Aquí llega la expulsión de la placenta y membranas por contracción del cuerpo uterino. Se siente una presión en vagina mucho más llevadera una vez está la placenta desprendida.

Nuestro papel como matronas y también de la pareja que acompañe el proceso: Acompañar el dolor, aliviar el sufrimiento. DOLOR SIN SUFRIMIENTO.

Se ha demostrado que una reducción del miedo, estrés y tensión favorece una mejor percepción del dolor en el parto.

Las endorfinas aumentan la tolerancia al dolor durante el trabajo de parto, mejora la relación con el recién nacido y el inicio de la lactancia materna.

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