La actividad acuática para bebés ofrece una serie de beneficios que vale la pena aprovechar: es un medio en el que los lazos afectivos son más fuertes, la movilidad fluye fácilmente, se transmite cariño y seguridad y vivimos un tiempo de placer.
Las sesiones en el agua tienen una duración de 30 minutos. Dado que la estimulación del bebé es tan alta por el solo hecho de estar en un medio distinto al suyo, con este tiempo ya quedan satisfechos.
En estas sesiones utilizamos la actividad acuática como medio lúdico y educativo para multiplicar las habilidades motrices del niño y su capacidad de reacción frente a las dificultades. La actividad aporta a los padres un conocimiento de conducta del niño y, mediante el movimiento en el agua, establece un vínculo afectivo y armónico.
Dirigido a familias con bebés desde los 3 meses hasta los 36.