A punto de llegar la vuelta al cole, y la ansiada rutina, los pequeños seguirán viviendo aventuras conociendo nuevos amigos. Por eso, hoy queremos hablar de la importancia de no obligar a los niños a compartir.

Por ejemplo, supongamos que tu hija/o está jugando en el parque con otros niños, y viene uno le quita el juguete que estaba usando. ¿Qué debemos hacer?

Muchas mamás/papas nos cuentan que es un momento complicado, que a veces prefieren no decir nada a la otra niña/o por no tener un conflicto con su madre/padre.

¿Y si es un aprendizaje para ambos? Tenemos que pensar que el pequeño que quitó el juguete aprenderá a que hay que pedir permiso para usar los juguetes de otros niños, y tu hija/o aprenderá a defender su espacio personal, muy importante para evitar conflictos mayores cuando entre en el colegio. En el parque, en la playa, en casa, en un grupo de juego…si alguien quita un juguete a tu peque, hemos de decir una frase sencilla como: “Disculpa, este juguete lo tenía Fulanito”

Así, no solo estamos enseñando a los niños a respetarse a sí mismos y a respetar sus cosas. También estaremos transmitiendo el mensaje a nuestros hijos de: “mamá/papá te ayudarán a defender tu espacio personal para que de mayor lo puedas hacer tú”.

Por todo esto, cuando nuestros bebés son más pequeños (desde los seis meses aproximadamente y hasta los 2 años) tenemos que enseñarles a NO COMPARTIR.Pero… ¿no compartir? Así es.

No dejamos de decir a las niños: “Venga, déjaselo un ratito, hay que compartir”. Sin embargo… ¿Como adultos dejamos nuestro móvil o coche a un desconocido? Tenemos que dejar a los pequeños a decidir que no quieren compartir algo. Están en su derecho. Luego ya, a partir de los 2-3 años, van entendiendo cómo funciona todo esto y pasan a la etapa del “todo es mío”.

Cuando ya son un poco mayores, podemos enseñarles a prestar sus cosas. Para esto es útil, al principio, llevar dos cosas al parque o la playa: una que quieran compartir y otra que no. De esta manera, les será más sencillo compartir.

Y otra cosa que en Espacio Babú nos funciona muy bien, es el intercambio. Cuando no quieran compartir puedes decir: “¿Se lo quieres cambiar por  otro juguete?” Y así tu hijo puede cambiarle al primo su pala, por un rastrillo.

En casa, podéis jugar a cambiar cosas. Si al principio son cosas muy parecidas o iguales, mejor. Tan importante es aprender a compartir como aprender a defender nuestro espacio y objetos personales.

Deja una respuesta