¿Cómo influye ser madre en una deportista de élite? Aquellas que dedican su vida al deporte, con un nivel de intensidad alto, quedarse embarazada supone un parón en su carrera y muchas dudas. Nadine Botas, profesional del esquí naútico, nos cuenta cómo fue para ella la maternidad y cómo de importante es rodearse de profesionales para volver a la rutina de la mano de MAMIfit.

Me llamo Nadine Botas, tengo 34 años y me dedico al esquí náutico desde los 3 años, pasión que comparto con mis padres, hermana y marido.

El esquí náutico es un deporte muy poco conocido en España, aquí solo se conoce el “esquí de domingueo”, el que se hace en las playas.

Pero lo nuestro va mucho más allá, nosotros  nos dedicamos a nivel profesional, tenemos un centro de esquí náutico, www.botaski.com donde enseñamos todos los niveles . Nuestro esquiador más joven tenía 2 años y el más mayor 87.

Entre mi palmares, cabe destacar Campeona de Europa sub14, tercera posición en el Campeonato de Europa sub21 y varias finales en el Campeonato de Europa Absoluto.

La temporada 2017 acabé con un nuevo récord personal y quedando en la posición 16 en el Ranking Europeo y la 34 en el Ranking Mundial.

A nivel personal, me casé en 2015, tras 10 años con Iván,. Compartimos la misma pasión por este deporte y fue lo que nos unió. En categoría open ganó el Europeo y en el 2016 quedó Campeón del Mundo +35.

Yo nunca había pensado en tener hijos, nunca he tenido el instinto maternal y siempre he pensado que para la mujer que tiene una carrera deportiva es muy complicado encontrar el momento idóneo. Siempre estás en plena temporada o preparándote para la siguiente y pierdes como poco una temporada entera, sino más. En mi caso, empezamos a entrenar en el agua en marzo para empezar a competir en junio. La época de campeonatos es de junio a octubre. En noviembre dejamos el agua y nos empezamos a preparar fuera del agua para la siguiente temporada. Así que nunca es buen momento.

Cuando empecé a plantearme quedarme embarazada, intentaba organizarme para encontrar el momento mas idóneo dentro de “mi vida” . Por muchas ecuaciones que hacía, siempre había puntos en contra… además de los miedos e incertidumbre que me asaltaban, ¿volveré a poder competir a mi nivel? ¿recuperaré mi cuerpo?

En octubre del 2017, en el último campeonato de la temporada, hice récord personal.  Con una marca que ese mismo año había supuesto pódium en el campeonato de Europa.  Y un mes más tarde me quedé embarazada, y pensé ¿ahora? Justo ahora que estaba tan bien en el agua.

Pues sí, llegó, en ese momento, en abril de ese mismo año había tenido un aborto natural, algo que no deseo a ninguna mujer. Fui en mi visita de los 3 meses y un ginecólogo con cero apatía me lo soltó como si no pasase nada.  

Fue un shock emocional muy grande, nunca pensé que me podía pasar a mí, a parte del shock físico que conlleva un aborto, el día después pasaba por quirófano y tenía que pasar una cuarentena, sin tocar el agua, como si hubiera dado a luz.

Había perdido a mi bebe y no podía hacer lo que más me gusta. Fueron unos meses duros. En mayo empecé mi temporada en el agua, en julio hice mi primer cto y en octubre conseguí hacer record personal. Lo que me demostró que era más fuerte de lo que pensaba y que podía con lo que me propusiera.

Así que el segundo embarazo lo pasé con mucho miedo, me encontré muy mal los primeros meses, no me podía moverme del sofá y llegue a la visita del tercer mes, (con otro ginecólogo, evidentemente ) con un miedo atroz.  El bebé estaba bien.

A partir del cuarto mes empecé a encontrarme bien y cuando llegó el calor con 6 meses decidí tirarme al agua, a pasear por el puro placer de disfrutar encima del agua.  Siempre con el consentimiento de mi ginecóloga.

El agua es mi medio y llevo desde los 3 años esquiando, para mi pasear sobre el agua, sin entrar en el campo de boyas, no supone ningún peligro. Al parecer la gente lee esto y cree que estoy loca por haberlo hecho. Lo repetiría una y mil veces más. Es más, me caí un día, embarazada andando y en el agua no me caí y eso que esquíe cada día.

Esquiar era lo mejor del día para mi, no sólo porque gracias a ello no me dolió la
espalda en el embarazo sino porque cuando uno compite siempre está en modo “tensión”  por entrenar bien, competir bien, seguir una alimentación correcta, una rutina…Embarazada esquiaba por el puro placer del disfrute, salí cada día del agua con una sonrisa y feliz. No todos los días entrenando antes de estar embarazada, salía contenta y feliz con lo que había hecho.

 

¿Por qué no hacer algo que te sienta bien y te hace feliz?  Creo que es muy importante estar feliz en el embarazo, es un gran cambio físico y emocional, así que todos los input positivos eran mas que bienvenidos. Hay que mimarse al máximo.

Trabajé hasta el último día, me encontraba bien y creo que es importante estar activa en el embarazo a no ser que, por prescripción medica, tengas que mantener reposo. Engordé 20 kilos, muchísimo, pero llevaba a un bebe muy grande. Mi ginecóloga me dijo que sólo podía engordar 9 kilos, me entró la risa.  Pero no fue algo que me preocupara en exceso. Que yo y el bebé estuviéramos bien era lo único que me importaba.  Y cuatro meses más tarde aún me quedan 5 kilos, pero si algo he aprendido con el deporte es a ser constante y que si uno trabaja duro al final tiene su recompensa. No tengo duda que volveré a mi peso . Aunque es duro ver cómo tu cuerpo ha tenido un cambio físico tan grande, pero también muy importante aceptarlo y ser consciente.

Estuve dos días de parto, un parto muy complicado y doloroso que me costara mucho olvidar, pero que recordare la próxima vez que tenga que competir y me entren los nervios. Lo pase tan mal, hasta pensar que podía morir que competir ahora me va a parecer “coser y cantar”. Algo positivo tenia que tener dar a luz J

Cuando pasé la cuarentena después de que naciera Hugo y la ginecóloga me diera el Ok, me tiré al agua, pero sin ningún objetivo, simplemente empezar a moverme para hacer horas en el agua antes de terminar la temporada y así que el comienzo de la nueva temporada no sea tan duro

El primer día que esquié, recuerdo perfectamente la sensación de inestabilidad, flacidez, no encontrar mi posición….. Me sorprendió mucho porque las sensaciones cuando estaba embarazada eran 1000 veces mejor que después de haber dado a luz. Pensé que era cuestión de tiempo, pero pasaron las semanas y seguía notándome muy blandita en la tripa y para esquiar necesitas que tu tripa y toda esa zona sea un bloque. Empecé a trabajar fuera del agua, algún circuito, más o menos podía pero cuando llegaba a las planchas era imposible y me desesperaba. No podía ni levantarme de la cama con Hugo. Ahí pensé que algo no funcionaba y fue cuando encontré a MAMIfit.

Vino a casa Elisa a hacerme una valoración del suelo pélvico, una gran fisio especializada en suelo pélvico y, efectivamente, tenia diastasis de 6cm de largo, 3-4 cm ancho supraumbilical y 2 infraumbilical.

Por ese motivo, no podía aguantar la postura esquiando ni hacer ningún tipo de esfuerzo. Si quería no solo volver a mi nivel esquiando, sino a tener una vida normal, tenia que ponerme manos a la obra.

Y aquí estoy, un mes después, trabajando con Raquel y Elisa,  unas grandes profesionales que tienen un conocimiento del suelo pélvico que nunca antes había visto y que me tienen trabajando sin parar. Siempre con la vista en recuperarme no sólo, para volver a mi nivel esquiando, poder competir y conseguir nuevos récords (porque de verdad creo que aún me queda mucho por hacer y ahí estará Hugo para verlo y la satisfacción será doble por hacerlo después de haber pasado por un proceso tan duro como es el embarazo y el parto para el cuerpo) sino para recuperar mi suelo pélvico para mi vida cotidiana y evitar futuros problemas.

Tengo claro que si vuelvo a quedarme embarazada contaré con ellas, tanto durante como después del embarazo, eso si, seguiré haciendo mis paseos sobre el agua, lo siento chicas eso no es negociable.

Después de tantos años compitiendo no tengo duda alguna de que mi mayor logro es Hugo.

Deja una respuesta