¿Alguna vez has oído hablar de las sesiones newborn? Hablamos con la fotógrafa Cristi Buil, quien nos resolverá todas las dudas que nos pueden surgir a la hora de hacer una sesión de fotos newborn.

 Seguro que si escuchas el nombre de Anne Geddes, recordarás aquellas fotos que se hicieron famosas en los 90, de los pequeños disfrazados de lechuga, o unas niñas monísimas dentro de una flor. La verdad es que eso fue sólo el comienzo, y aunque esta corriente de fotografía de recién nacidos, o “newborn”, de su traducción al inglés, lleva ya unos cuantos años, hay para quiénes es un mundo nuevo y lleno de dudas. Hoy vamos a tocar las más frecuentes.

Entre mis clientes, familiares y amigos; me suelen hacer preguntas “en confianza”. De ésas que quizás alguien te da una respuesta muy básica y tú no indagas más por vergüenza o por no querer molestar. Así que aquí os traigo las tres preguntas más comunes:

¿Por qué en los primeros quince días?

Si ya has contratado algunas sesión para tus bebés, sabrás la importancia de hacer las fotografías en los primeros 15 días de vida del pequeño. La realidad es que cada día que pasa, nuestro bebé duerme no sólo menos tiempo, sino que su sueño se va volviendo más ligero; y sus bracitos y piernas se van haciendo menos flexibles. Los más puristas delimitan esta ventana incluso más, y dicen que debe hacerse la sesión entre el quinto y el décimo día de vida. Por experiencia propia, no es lo mismo hacerle las fotos a un bebé de quince días, que de siete. Aunque claro que puede haber excepciones, yo no me arriesgaría, y la planificaría con anticipación para garantizar que tendrán hueco para mi antes de los quince días.

 

¿Es cierto que puede durar hasta cuatro horas?

Totalmente cierto. Aunque si calculas el tiempo dedicado exclusivamente a fotografiar al bebé, quizás no llegues a juntar una hora. Lo ideal es adecuarse al ritmo del niño. Si quiere comer, paramos. Si se hace caca o pis, (casi todos se hacen sobre las mantas, en los cestos, etc.) paramos. Si necesita calmarse, paramos. Hay bebés que tienen el sueño más profundo y caen directamente en los brazos de Morfeo; pero hay otros que al más mínimo cambio de pose se despiertan, se estiran, etc. Aunque también les digo, que las cuatro horas se pasarán volando y siempre quedarán cosas planeadas pero sin hacer.

 

¿Esas poses tan monas en las que están los bebés son seguras?

Sí, sí y siempre sí. La seguridad debe ser la prioridad de quien fotografíe a tus hijos; y no sólo en cuanto a las poses, hay otras consideraciones de seguridad que es importante saber que tu fotógrafo tiene en cuenta.  Las posturas que son más increíbles, suelen ser montajes que se realizan en base a dos fotografías diferentes, ya que por ejemplo, un bebé nunca sujetará su cabeza solito, ni lo dejaremos tumbado solo sobre un columpio de madera. Es parte de la magia de la fotografía.

Cuando estén en esas poses tan monas, hay que vigilar muy bien las extremidades del bebé, prestando especial atención a manitos y piececitos rojos que indiquen una mala circulación. Como es algo común por la falta de movimiento, simplemente aliviar la tensión y dar pequeños golpecitos muy suaves con un dedito para estimular la circulación de nuevo. Hay que recordar que la cabeza es aproximadamente un 25% del peso total del bebé, por lo que siempre que ésta ejerza presión sobre alguna parte de su cuerpo, será para ellos mucho peso y no debemos mantener estas posiciones forzadas por demasiado tiempo.

Y siempre hay que tener del bebé al alcance de la mano; a veces dan estirones que son reflejos y no pueden pillarte desprevenido. Los padres pueden involucrarse en caso que no haya ningún otro asistente; pero siempre alguien queda designado de vigilar al bebé cuando el fotógrafo tiene que alejarse un poco más.

El mundo de la fotografía de recién nacidos es muy apasionante, tratar con bebés día a día a mi me renueva la fe y nos hace recordar la fragilidad de esos primeros días. Es un trabajo muy duro, que necesita altas dosis de paciencia, un poco de suerte (en que el bebé no tenga un mal día) y una pizca de improvisación; pero deja recuerdos muy bonitos tanto en papel como de ese día en concreto que durarán para toda la vida. ¿Te animas a contratar una sesión para tu bebé? Si tienes alguna otra pregunta, no dudes en dejarla por aquí y te contestaremos con mucho gusto.

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