¿Cuáles son las hipótesis por las que se cree que las mujeres que realizan deportes de alta intensidad e impacto padecen más incontinencia urinaria? ¿Qué pasa con las camas elásticas y el suelo pélvico, que están ahora tan de moda? Te lo cuenta todo en este post Elisa García, fisioterapeuta en Obstetricia y uroginecología, directora de formación de MAMIfit y coautora de ‘El suelo pélvico, ese gran desconocido‘.

Las causas de la incontinencia urinaria en la población general puede deberse a diversos factores ya conocidos: la hipermovilidad uretral, un déficit de las estructuras del tejido conectivo endopelvico,  alteraciones en la actividad vesical, etc. Ya se ha demostrado y se conoce que una contracción del transverso abdominal activa de manera sinérgica al suelo pélvico 3,4.

¿Cuáles son las hipótesis por las que se cree que las mujeres que realizan deportes de alta intensidad e impacto padecen más incontinencia urinaria? 2

  • Como ya hemos visto, toda actividad física que conlleve una contracción elevada y repetida de la musculatura abdominal profunda contraerá también al suelo pélvico por el mecanismo de co-activación entre la musculatura abdominal y pélvica. Por lo cual, el suelo pélvico de estas mujeres atletas será hipertónico, incrementando así la tensión de la fascia endopelvica, lo cual generará que no pueda sujetar de manera efectiva las vísceras pélvicas, entre ellas la uretra. Esto supondrá que ante un aumento de la presión abdominal, la uretra descenderá por la excesiva tensión que soporta, produciendo el fallo en la continencia.
  • Otra casuística por la que las mujeres deportistas de estas características pueden sufrir incontinencia urinaria es por que los ligamentos cardinales y uterosacros (ambos originados de engrosamientos de la fascia endopelvica) la musculatura perineal y el tejido conectivo del periné podrían dañarse de manera crónica debido a los repetidos aumentos de la presión abdominal que conllevan los deportes de alto impacto. Esta hipótesis mantiene que no todas las mujeres realizan el mecanismo de co-activación de manera efectiva, si no que en su gran mayoría, está retardado o se carece de él por problemas de toma de conciencia de suelo pélvico. Por esta razón, tras los repetidos impactos en el deporte practicado, el suelo pélvico se debilitaría, descendiendo en conjunto con las vísceras pélvicas y afectando al mecanismo de continencia.

Kari Bø hace referencia en su revisión bibliográfica 1 al estudio de Hay 7, el cual describió las fuerzas de reacción máximas del suelo contra nuestro organismo en varios deportes de alto impacto. Nuestro cuerpo, incluyendo nuestro suelo pélvico, recibe entre 3-4 veces nuestro peso corporal al correr, 5-12 al saltar e incluso 9 veces en el aterrizaje frontal del salto mortal.

Ahora que queda claro que los deportes de impacto pueden generar disfunción perineal, ¿qué pasa con las camas elásticas?

Parece que hoy en día, si no entrenas haciendo movimientos circenses encima de una cama elástica no estás entrenando en condiciones. Pues bien, estamos cometiendo un grave error cuando implementamos la cama elástica en mujeres de manera rutinaria, sobre todo cuando se implementa por erradicar el impacto de las articulaciones. Existe la falsa creencia de que la cama elástica reducirá el impacto negativo que tiene sobre nuestra esfera abdominopelvica el impacto articular, pero la evidencia de la que disponemos a día de hoy nos indica todo lo contrario.

En el estudio de Stand 8 demuestran que durante el salto del trampolín, el suelo pélvico está expuesto a fuerzas elevadas. El objetivo del estudio fue estudiar la prevalencia de la incontinencia urinaria de esfuerzo en mujeres trampolinistas de élite. La prevalencia de incontinencia urinaria se evaluó mediante un cuestionario, enviado a los 35 trampolinistas de élite que nunca habían sido madres en edad promedio de 15 años (entre 12-22 años). El ochenta por ciento de los trampolinistas informaron de que padecían fugas urinarias involuntarias. Afirman que las fuga comenzaron después de aproximadamente un año de entrenamiento. La duración del entrenamiento (P = 0,04) y la frecuencia de entrenamiento (P = 0,01) se asociaron significativamente con las fugas. Todas las mujeres mayores de 15 años (n = 23) informaron fuga urinaria (P <0,001). Sin duda, lo más interesante es que la fuerza muscular se midió con perineometría en 10 mujeres incontinentes y se mostró buena fuerza en los músculos del suelo pélvico. Por lo que lo que producía la fuga no era tener el suelo pélvico debilitado, sino la inestabilidad de la esfera lumboabdominal al no tener activación refleja del abdomen ni del suelo pélvico por haber eliminado del todo el impacto.

En otro estudio, De Mattos et al 9 realizaron una revisión de la bibliografía sobre incontinencia urinaria y mujeres deportistas. Estudiaron 385 estudios publicados. En su revisión, se incluyeron 7507 mujeres. En total, se analizaron 17 modalidades deportivas. La prevalencia de la IU varió del 5,56% en actividades de bajo impacto a 80% en trampolinistas. Siendo esta la cifra más alta. Por lo que se demuestra de nuevo que los mecanismos de continencia que se generan bajo el impacto articular no están activos cuando se usan las camas elásticas.

Los músculos del suelo pélvico se activan junto a los abdominales, especialmente con el transverso abdominal 5,6, durante el ejercicio o el aumento de la presión abdominal. Los músculos abdominales se contraen para estabilizar el torso durante los movimientos de las extremidades y los aterrizajes. Por lo tanto, el suelo pélvico se activaría durante el aterrizaje en mujeres que realicen el mínimo impacto en sus articulaciones. Por ello, el uso de las camas elásticas estaría contraindicado en su uso rutinario con mujeres sanas y más aun en mujeres con patología o disfunciones pélvicas.

Desde MAMIfit, te recomendamos que siempre paséis por una valoración de suelo pélvico de manera rutinaria (1 vez al año) y que si realizas deportes de impacto o ejercicio en camas elásticas, realices también un entrenamiento complementario de la musculatura lumboabdominoperineal para contrarrestar los efectos negativos sobre el periné que tienen estas modalidades.

Elisa García

Fisioterapeuta en Obstetricia y uroginecología.

Directora formación MAMIfit

 

  1. Bø K. Urinary incontinence, pelvic floor dysfunction, exercise and sport. Sports Med 2004;34(7):451-464.
  2. Walker C. Fisioterapia en Obstetricia y Uroginecología. 2ed. Barcelona: Masson S.A. Elsevier; 2013.
  3. Sapsford R, Hodges P, Smith M. Systematic review: Abdominal or pelvic floor muscle training. Neurourol Urodyn 2010 06;29(5):800-801.
  4. Sapsford R. Rehabilitation of pelvic floor muscles utilizing trunk stabilization. Man Ther 2004 02;9(1):3-12.
  5. Poswiata A, Socha T, Opara J. Prevalence of stress urinary incontinence in elite female endurance athletes. J Hum Kinet 2014 12/30;44:91-96.
  6. Kruger JA, Dietz HP, Murphy BA. Pelvic floor function in elite nulliparous athletes. Ultrasound Obstet Gynecol 2007 07;30(1):81-85.
  7. Hay J. Citius, altius, longius (faster, higher, longer): the bi- omechanics of jumping for distance. J Biomech 1993; 26 Suppl. 1: 7-21
  8. Scand J Med Sci Sports. 2002 Apr;12(2):106-10. mPrevalence of stress incontinence in nulliparous elite trampolinists. Eliasson K(1), Larsson T, Mattsson E.
  9. Int Urogynecol J. 2018 Dec;29(12):1757-1763. doi: 10.1007/s00192-018-3629-z. Epub 2018 Mar 19 Urinary incontinence in female athletes: a systematic review. de Mattos Lourenco TR(1)(2), Matsuoka PK(3), Baracat EC(3), Haddad JM(3).

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